Hay personas que pasan por la vida desapercibidas y otras dejando huella hasta el final de sus días. Boni es de las segundas.
Desde que tuve la suerte de escuchar Barricada, les seguí todo lo cerca que me permitía la distancia física y Boni se convirtió en mi cantante preferido.
Su voz me acompañó en mi convulsa adolescencia, grabando a fuego lento y para siempre esa crítica social que me hacía reflexionar sobre todo lo que me rodeaba, con lo que apenas compartía fonemas y morfemas; Barricada me acercaba a otra semántica, casi desconocida por el mundo que me rodeaba.
Gracias, Boni, por ser tú y acercarme otra mirada sobre la humanidad, conectando con mi alma, por mostrarnos que es posible practicar la autenticidad sin perder la esperanza de que otro mundo es posible.
Sabes que no olvidaremos tus ecos, aunque hoy es nuestra voz la que se rompe para siempre al cantar tus canciones.
Hasta siempre, sabes que no hay tregua
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